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México ¿lindo y apestoso?- segundo episodio del viaje

No importa que no conozcas alguna ciudad, hay apps ultra confiables como Maps (IOS) o Google Maps (Android) ¿verdad?...


Bueno los "detallitos" no son culpa de las apps, eso es obvio, hago la referencia porque uno se confía. Das por sentado que sólo con seguir las instrucciones vas a llegar entero y sano a tu destino, pero es que deberían tener alguna advertencia - por ejemplo: turistas en auto, es necesario tener sus cinco sentidos y cinco más puestos en el viaje - y a medida que avanza el viaje dar indicaciones como - desactiva tu sentido del olfato - o por lo menos advertir las condiciones de la localidad donde estás conduciendo.


Si bien San Luis es una ciudad en crecimiento estructural también es cierto que hay mucho descuido en algunos aspectos. ¿A qué voy? Bueno pues me quedé en el post pasado en que decidimos ir por algo para comer.


Dado que llevamos mascota y no hay muchos establecimientos pet friendly, decidimos comprar un pollo asado. Pensamos que era algo que podría gustarnos fácilmente y no tendríamos que esperar tanto (teníamos hambre y estábamos muy cansados) así que salimos de la villa - por cierto, si quieres un post con la experiencia en el hotel déjamelo saber en los comentarios - y comenzamos con las indicaciones de Google Maps...

La primera parada era la gasolinera y para nuestra comodidad estaba detrás del hotel, por lo tanto fue sencillo dar con ella. Luego continuamos por la avenida - y en este punto quiero comentar que para los lugareños todas las calles se conducen igual que una avenida, a 80 km/hr - llegamos a una calle con más cráteres que la luna y en un punto fue inevitable no desear que se nos cayera la nariz. Pasamos justo por donde estaba un arroyo - en todos mis años de existencia no había tenido la oportunidad de conocer un arroyo con agua, en mi rancho están todos secos - y yo no se si todos tengan las mismas condiciones, pero este en particular olía increíblemente mal.

- ¿Cómo puede la población vivir así?- fue mi reacción, porque está justo en medio de calles pobladas y altamente transitadas.

-Pues se acostumbran, tienen que- fue la opinión de mi pareja.

Y desgraciadamente esa una de las situaciones más comunes en nuestro México.

No hay cultura de saneamiento ambiental. Para mi es muy claro, los servicios que deberían enfocarse en desarrollar programas sanitarios no están haciendo su trabajo - tampoco es que me sorprenda, si el gobierno de un estado se enfoca más en construir que en cuidar es porque viene de más arriba ¿no? (tren maya) - pero la verdad es que no comprendo por qué prefieren lidiar con problemas de salud como enfermedades intestinales (el cual sería el menor de sus problemas) que solucionar la situación y proyectarse de mejor forma ante el turismo.


Y cierro este episodio con las siguiente preguntas:

1. ¿Qué tanto nos importa el lugar que habitamos?

2. ¿Qué se necesita para que hagamos algo por nosotros mismos y generemos esa cultura de sanidad? (son cosas tan básicas como no tirar basura en cualquier lugar)

3. ¿Por qué adoptamos la misma postura indolente?

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